Libania Fernández Herrero

Libania Fernández Herrero

Con seis meses arribé al verano llanisco a bordo de un SEAT Panda. Dos décadas menos un año después sorprendí al invierno de mudanza, y a los 27 la primavera me sorprendió a mí con un hijo bajo el brazo. Hoy, 36 otoños después de aquel primer verano, sigo viendo pasar estaciones desde ese Llanes al que toda mi vida he creído tener pegado a mis talones y al que cada vez me siento más ligada.

Me preocupa la desafección política y el voto desinformado que genera. Una mala información o una falta de la misma vulnera la democracia desde el momento en que el votante deja de ser dueño de lo que piensa. Un buen conocimiento político es prioritario para que el electorado genere la opinión y el criterio propios necesarios a la hora de medir el impacto real de determinadas políticas sobre sus propios intereses.

La política municipal, por su cercanía con la gente, es el espacio idóneo para el desarrollo de un gobierno que priorice el dotar a sus ciudadanos de las herramientas y la educación política necesaria para hacer de su elección de voto una elección realmente libre y democrática. Terminar con el clientelismo electoral debe de ser una prioridad para Podemos Llanes.