En el pueblo de Rales, como en otros muchos, existen numerosas demandas realizadas hace ya tiempo, en algunos casos, hace años.Diego Ruiz de la Peña y Julio César Alonso junto a unos vecinos de Rales
A este ayuntamiento, dirigido por este cuatripartito, le cuesta reaccionar. Se mueve torpe, como un pesado paquidermo, cuando de dar una respuesta y solución a las necesidades vecinales se trata. Por desgracia, como en muchas ocasiones venimos observando, solo la protesta vecinal en los medios suele dar algún que otro resultado…
Esperamos que se dé una pronta solución a las averías que soportan las tuberías de agua y que el Ayuntamiento, después de su juego de despiste habitual con las competencias, parece haberse comprometido a solucionar, aunque sin plazos concretos y con alguna que otra confusión en los metros lineales de canalización necesarios.
El parque infantil, como suele ser habitual, necesita ya una renovación que se debe extender al pavimento circundante, tal como han solicitado los vecin@s en diferentes ocasiones.
Existe también un serio problema de derrumbe parcial de una edificación, que también ha sido informado y del que el Ayuntamiento debe ocuparse.
De la misma manera que en la villa se colocan elementos de sujeción o redes para evitar la caída de cascotes de cornisas o de fachadas a la vía pública, en el caso de edificaciones antiguas, también los pueblos merecen que se atienda a la seguridad de sus vecin@s.
Y ya, si conseguimos que los vecinos y vecinas de Rales reciban el premio que les fue concedido en 2018 (12.000 euros) y que todavía no han recibido, al menos haremos un poco de justicia, porque ya sabéis: lo prometido es deuda, aunque al cuatripartito se le olvide.
